La vida es un completo paradigma nunca se sabe donde verdaderamente inicia mucho menos donde termina pero pareciese como que a veces es mejor no saber. conocer la verdad es tan sublime que siempre la escudriñamos superficialmente pareciera que jugásemos a pretender alcanzar las cosas cuando en realidad nadie nos ha invitado a participar. La duda tiene toda la razón y es justificada por las creencias que aberrantes se atreven a desafiar la razón. Por qué pretendo aparentar que todo va bien mientras que mi realidad me dice lo contrario, tengo la impresión que aunque Dios me está observando agacho la mirada para ignorar que él me cuida y sin él mi vida no tendría control pero el hombre siempre será un perfecto antagonista a su creador. Pero yo digo, Señor, qué haría yo sin tí? Deambularía por toda la tierra queriendo no sentir tu amable compañía. o pediría a alguien que llenara el lugar que a tí te corresponde. El temor invade mis sentidos al pensar que muchos viven así, porque no estamos lejos de olvidar cada mañana quien nos sustenta y vivimos como inertes en un mundo lleno de vida que respira mejor que nosotros aún cuando nosotros lo estamos asfixiando. Por qué...si la vida es tan corta, por qué vivir sin tí Señor tú quien me consuelas, que me auxilias en mis momentos más obscuros que me alimentas con tu mano y me llenas de tu paz. Dame cada momento la oportunidad de demostrarte que sin tí sería ese instrumento musical que solo hace ruido o bien esa rosa marchita que todos pisotean a su paso en medio de la fiesta mas adornada. Sin tí...Señor, sería como cualquiera que sufre que lanza una moneda al aire para saber que hacer durante su vida sin tí mi Dios, sería ese pedazo de carne que un día morirá y agradezco este momento que puedo expresarte mi Dios que sin tí, nada valdría mi vida. Mario Enriquez