Esta pregunta es muy común entre las personas que conocemos al Señor. Y en cierta forma tiene lógica puesto que nuestra mentalidad es si llegamos a Cristo, todo debe funcionar bien al 100%, pero que sucede cuando nuestra vida no es perfecta y nos damos cuenta que hay tantas cosas que nos agobian y hacen que nos sintamos miserables y sin valor. Debemos comprender que al llegar a Cristo, la vida sigue su curso, lo exterior a nosotros continúa existiendo tal cual, pero la diferencia es que ahora El controla nuestras emociones, deseos, intelecto, actitudes, todo y si estas dispuesto a rendirle a El cada una de las áreas de tu vida, podrás comprender que el verdadero valor de la vida no consiste en que sea perfecta (o lo mas parecido a eso) sino que el Señor tenga el control de ella. Por eso muchas personas que se acercan al Señor, al término de un buen tiempo regresan a su anterior forma de vivir, porque sintieron desilusión que Dios no cumplió con lo prometido. Pero que pensamos? Que El es la lámpara de los deseos? y que al no alcanzar nuestros anelos (seguridad, confianza, cambio completo de vida, prosperidad económica) Dios se equivocó con nosotros o viceversa. La vida Dios nos la dio para vivirla a plenitud y no para ser manejados como títeres cósmicos de la mano del Creador. Aprendamos a vivir la vida y nos daremos cuenta que mientras las batallas vienen a nuestras vidas, las victorias que podremos alcanzar serán un aliciente para continuarla de la mano del Señor. "...En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo." (Juan 16.33b) Mario Enriquez