La vida es complicada bajo cualquier punto de vista que la veamos, porque un día estamos bien y luego al siguiente podemos estar totalmente aterrizados en la tierra sin saber que hacer y no sabemos por qué suceden estas cosas, mayormente si hemos decidido entregar nuestra vida en las manos Dios y pareciera como que al Señor le importara poco lo que nos sucede y nos cuesta entonces aceptar por qué suceden estas cosas. Esto se vuelve más complicado cuando todas esas circunstancias hacen que nos sintamos impotentes y sin valor, porque nuestra autoestima se va por los suelos y lo único que vemos es el dolor, la decepción y el sufrimiento y poco valoramos lo que somos y lo que Dios nos ha dado, como lo es la salvación a través del sacrificio de Jesús. Es más, puedes estar leyendo esto y decirte a ti mismo que no podrás salir de donde te encuentras. Por qué perder el tiempo sintiendo que no vales nada si puedes ir a la Palabra de Dios y encontrar todas las grandes riquezas que allí hay para ti. Tal y como lo dice el Señor en Efesios 2.1-10, donde anuncia quiénes somos en Cristo Jesús. En el verso 6 se nos dice que nos hizo sentar en lugares celestiales juntamente con Cristo Jesús. Esto es bien importante porque quiere decir que a pesar de todo el sufrimiento que podamos cargar con nosotros, estamos en un lugar precioso a la par de Jesús. Entonces, el hecho de que estemos en Cristo Jesús, no quiere decir que no suframos en esta tierra. Además el Señor dijo que en esta tierra tendríamos aflicciones, pero tambíen afirmó que no tuvieramos temor porque El ya había vencido a este mundo. Si te sientes mal por los fracasos que has vivido, es tiempo de levantar los ojos y mirar la mayor victoria que ha ocurrido en tu vida, en el momento que Jesús murió por tus pecados y resucitó al tercer día para que tuvieras vida en abundancia. Mario Enriquez