Examinemos las frases que la gente insegura a menudo las hace acerca de ellos mismo. Al leerlas cada una, pregúntate, ¿Pienso de esa manera? • ¿Por qué me molesta intentarlo? Nunca lo haré bien. • Todos me están viendo, esperando burlarse de mí. • Soy un fracaso. • Soy feo y me miro horroroso. • No puedo ganar. Soy un perdedor. • No importa si trabajo duro, nunca recibo un reconocmineto. • Soy incompetente en todas las cosas. • Nadie puede hablar bien acerca de mí. • He fracasado antes; una vez que fracaso, siempre fracaso. • No sé cómo a nadie le gusto, ni me respeta ni me acepta. • No merezco ser tratado bien. • No me siento bien aquí ni en ninguna otra parte. • Todos los demás se miran "unidos". Me siento "como sapo en cocha ajena" en comparación con ellos. • Soy una persona incompleta, y nadie puede cambiar esa realidad. • ¿Por qué a nadie le importa oír lo que tengo que decir? • A nadie le importa lo que pienso o siento. • La gente se porta bien conmigo solamente cuando quieren algo de mí. ¿Alguna de esas frases te suenan familiares? En oración considera las que te llaman la atención. Luego, toma esos temores al Señor, y permítele mostrarte Su verdad en cada área. Dios quiere liberarte de todas las cosas que obstaculizan tu desarrollo y crecimiento espiritual. ¡Hazlo por fa! Ahora lee Salmo 139:13-16. Después de hacerlo ¿cómo te sientes?