Hemos podido leer en la prensa especializada diferentes teorías y especulaciones, acerca de ese curioso animal, que a la vez era uno de los más voraces carnívoros, de los finales del periodo cretácico, es decir de hace 68 millones de años atrás. Una de esas teorías dice y citamos, La explicación de tan pequeñas extremidades superiores tiene que ver, aunque parezca paradójico, con la armonía de proporciones para mantener el equilibrio. “La tendencia evolutiva por aquellas en los dinosaurios híper carnívoros, era aumentar el tamaño de la cabeza para alojar unas mandíbulas potentes para poder machacar las carcasas de los cadáveres y desgarrar la carne de sus presas.” Esta es una de esas explicaciones y las demás giran en torno a más o menos los mismos factores. Esto la verdad sea dicha, nos suena más a una acomodación teorética a los restos encontrados, que a una explicación netamente científica, ya que como sabemos en más de una oportunidad, la ciencia nos ha, lisa y llanamente mentido o por lo menos entregado soluciones erradas sin ir más lejos, recordemos que una vez la ciencia dijo que la tierra era plana y es más, que esta giraba en torno al sol. Volviendo a los tiranosaurios lo que nosotros suponemos que paso, es que los arqueólogos que encontraron los restos fósiles, nunca pudieron encontrar las extremidades superiores de estos animales y ante este hecho en lugar de aceptar que estas no existían, buscaron entre los restos cercanos, poniéndoles las extremidades que encontraron por allí cerca, dando como resultado un animal de aspecto sumamente extraño. Posiblemente la cosa no fue así, posiblemente el tiranosaurio realmente se veía como lo muestran, pero la verdad no nos extrañaría en absoluto que el tiranosaurio rex, nunca haya tenido extremidades superiores. Aunque si miramos a nuestro alrededor podemos observar que existen muchas criaturas que tienen apariencias muy extraña, pero nunca, nunca absurdas