¡SEAMOS VALIENTES, NO TENGAMOS MIEDO! Desesperación es la mejor palabra que envuelve los sentimientos de los arenazis. Luego de 20 años en el poder gobernando solo para los ricos, con un pueblo agobiado y cansado de tanto sufrimiento y ante la evidente falta de capacidades de su candidato, a ARENA no le queda más que desesperarse. Por ello, es que se han dado la tarea desde ya hace rato de hacer cualquier cantidad de jugadas sucias con tal de mantenerse en el poder, no importándoles minar con ello, la incipiente democracia de este país. En junio de 2007, el TSE manipulado por la derecha aprobó separar las elecciones en dos, primero las de diputados y alcaldes y luego las presidenciales. Una primera jugada sucia que evitó una avasallante victoria del Frente, en todo aspecto, en un solo episodio. En 2007 la OEA recomendó al TSE proporcionar el registro electoral a todos los partidos políticos legalmente inscritos en la contienda electoral, sin embargo, el tribunal no lo hizo. ¿Porque? Porque es ahí, en el registro electoral, donde está el meollo del fraude que estos arenazis fraguaron en las elecciones de enero. Esa fue la segunda jugada sucia. Movilizaron votos nacionales para determinados municipios: tercera jugada sucia. Cuarta jugada sucia: duizar a los extranjeros. Fue así como los arenarcos pudieron ganar municipios aledaños a Honduras. Una quinta jugada sucia fue la inmisericorde compra de votos. Jugando con el hambre y las necesidades básicas del pueblo, ARENA tuvo la cobardía política de comprar votos. En algunos casos fue dinero: $5, $10, $20 y hasta $50 pagó la derecha a cada gente humilde que se dejaba engañar y comprar su voto. En ocasiones, la derecha fue tan rastrera que no pago con dinero, sino que, en unos casos, con un sándwich y un fresquito, en otros, con un par de libras de frijoles… La sexta jugada sucia consistió en comprar o, en su defecto, eliminar a los otros dos contendientes electorales: PDC y PCN. Al candidato de los pescados le dieron algunos cuantos millones y le prometieron un cargo por ahí y él simplemente, se vendió, traicionó a todos los demócratas cristianos de corazón y los tiró al basurero. Al candidato pecenista lo expulsaron de ese partido porque él, valientemente, no quiso renunciar, él no se vendió, pero igual, ya no está en la contienda. La séptima jugada sucia es la que vivimos a diario todos los salvadoreños y salvadoreñas: la propaganda electoral, la campaña sucia. Desde grupos armados hasta cárceles dirigidas por el Frente, pasando por pronunciamientos de organizaciones fantasmas. Desde la eliminación de la libertad de expresión hasta la eliminación de las iglesias, pasando por el aborto. Desde Cuba hasta Venezuela, pasando por Nicaragua. En la campaña de ARENA ni una tan sola propuesta es tangible, todo queda en el aire ¿será porque su programa de gobierno es un pajazo sacado de la manga a última hora y un refrito del programa del bachillersucho de quinta Saca? Miedo y mentiras vende ARENA en su campaña, pero este pueblo aguerrido ya no tiene que comprarlas, es más, ya no tiene ni siquiera con qué comprarlas. Este pueblo ya no tiene absolutamente nada, todo se lo robó ARENA. No hay que tenerle miedo al Frente, hay que tenerle miedo a ARENA, si ellos ganan, este país desaparecerá, si vos dejás que ellos ganen, este país se irá a la ruina completa; este país está al borde del caos, si ARENA gana, este país quedará completamente destruido. No podemos tragarnos más las cobardes, estúpidas y anticristianas mentiras arenazis. Hombres y mujeres con valor necesita El Salvador, gente valiente, que no tema, gente que se esfuerce, gente animada. El Salvador necesita un cambio, no solo tu familia o tu vecino o tu cantón. No. Todo El Salvador necesita un cambio. Los grandes personajes de la historia, como Jesús por ejemplo, nunca tuvieron miedo y se le pararon de tu a tú al sistema. Y triunfaron. Hagamos todos nosotros y nosotras triunfar a nuestro glorioso país El Salvador. No tengamos miedo. Vestite de rojo y votemos por el cambio. Votemos por el FMLN. Votemos por Mauricio y Salvador. Equipo Mapache. San Salvador, febrero 28, 2009.